4 apuntes sobre la elección de Venezuela como miembro del Consejo de Seguridad

La diplomacia te saca de un problema en el que el tacto te hubiera evitado meterte.

Muchos venezolanos hoy pensamos que la comunidad internacional nos da la espalda al apoyar la candidatura del estado venezolano para un puesto no permanente de dos años dentro del máximo órgano político de las Naciones Unidas. Pero en el mundo las cosas no siempre son en blanco y negro. Este tipo de elecciones no siempre tienen un trasfondo negativo o positivo. Simplemente son cosas que se dan con la dinámica y como tales hay que aceptarlas.

1. El Consejo de Seguridad es un organo político compuesto por cinco miembros permanentes (las cinco potencias) – Rusia, EEUU, China, Francia y Reino Unido – y diez miembros no permanentes que son electos por períodos de dos años. Como pueden ver de entrada, no necesariamente hay que ser una democracia sólida ni un gobierno respetuoso para ser miembros del consejo. China y Rusia son dos de los miembros más importantes y no se caracterizan especialmente por ser muy democráticos. Cualquiera de los 193 países que hoy forman parte del sistema de Naciones Unidas pueden optar a un cargo, entre ellos Zimbabwe, Norcorea, Irán y cualquier otro estado fallido o no democrático que se les ocurra.
2. De los diez miembros no permanentes, África elige tres miembros, Latinoamérica y el Caribe eligen dos, al igual que Asia y Europa Occidental, mientras Europa Oriental elige uno. Alternativamente, un miembro debe ser del mundo árabe, ya sea africano o asiático. Los diez miembro permanentes que forman parte del organismo se eligen de la siguiente manera: el 31 de diciembre de  2014 salien 5 miembros (Argentina, Australia, Ruanda, Luxemburgo y Corea del Sur) y entran otros 5 que saldrán a finales de 2016 y que acompañarán al grupo que fue electo para terminar su período a finales de 2015 (Chile, Chad, Jordania, Lituania y Nigeria). En este momento Venezuela entró por el puesto de Latinoamérica y el Caribe. Eso reduce en gran parte su competencia. No bastando con eso, la región decidió desde el 2006 hacer las postulaciones rotativas haciendo que solo dos candidatos se puedan enfrentar por el mismo puesto. Venezuela hoy se enfrentaba a El Salvador.
3. Esto no es un triunfo de la “nueva diplomacia venezolana”. Venezuela ha sido miembro del Consejo de Seguridad en cuatro ocasiones (1962-77-83-92). La diplomacia bolivariana a pesar de sus grandes esfuerzos -sobre todo económicos- tardó más de 16 años en conseguir el tan ansiado curul. Victorias de la diplomacia venezolana fueron el establecimiento de la Fórmula Arria como mecanismo de negociación dentro del mismo Consejo, las negociaciones de paz que acabaron con las guerras civiles en Centroamérica y todo los demás que hoy lleva el sello de la escuela de diplomacia venezolana fundada por Arístides Calvani a principio de los años 70’.
4. Un puesto en el Consejo de Seguridad, salvo que seas uno de los miembros permanentes, no te da ningún “poder político”. Son las acciones que se lleven a cabo dentro del mismo basadas en principios como negociación, argumentación y liderazgo las que hacen que de tu período dentro del Consejo, una herramienta poderosa. Perdonen que haga juicio de valor tan pronto, pero no veo a María Gabriela Chávez siendo un ejemplo de eso. Si algo aprendí en mis 4 años de Modelos de Naciones Unidas, es que, siendo un miembro no permanente dentro del Consejo, de nada te sirve la soberbia, la irreverencia y el verbo encendida que tanto valoran los miembro del gobierno.

Por eso es que les digo que no le den tanta importancia a esto. Dejen que el gobierno vea esto como una victoria y que festejen. Mañana, cuando el barril de petróleo esté por debajo de 60 se darán cuenta que un curul, ni da de comer, ni paga las cuentas.

Zeta